miércoles, 12 de agosto de 2009

Tramontina

Siento un escalofrío que corre por mi espalda al olfatear ese exquisito aroma. Me detengo y giro 180 grados para intentar descifrar de donde viene ese olor pero no lo consigo. Miro hacia todos los lados posibles y nadie ni nada hay, estamos completamente solos y siento esa exquisita fragancia que produce un estado de éxtasis en mí. No puedo quitarme la sonrisa ni pensando en la situación más desafortunada posible, entonces vuelvo a observar hacia todos lados y seguíamos estando completamente solos, nosotros y ese perfume. Comienzo a reírme a las carcajadas y luego grito… grito fuerte, muy fuerte. Meto la mano en la bolsa de supermercado y saco el cuchillo que “tomamos prestado”. Él también se rió mucho.

3 comentarios:

  1. jajaja, MUY BUENO Landito!
    no puedo dejar de reirme,en imaginarmelos matando la gula.

    va a no haber disfrutado ese salame,

    cariños!

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  2. Se disfrutó, claro que se disfrutó! Hubo tensión pero por suerte todo concluyó en una gran carcajada.

    Cariñazos,


    F. (Desde la casa de maru, ja)

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