Exquisito era ese maldito cadáver

La pulsera azuzada escupía a ciegas lápices contra el pecho, era el mecanismo de defensa más eficaz que existía, pero él fue capaz de esquivarlo con una maniobra símil a lo hecho por Bruce Lee en las películas y todos lo siguieron con asombro.
Organizaron una gran fiesta para celebrar el hecho y se armó un campeonato amateur de air guitar donde todos realizaban la mueca de que tocaban la guitarra, pero cuando el agasajado comenzó a tocar, las cuerdas invisibles arrojaban con frecuencia goteras con rulos y la fiesta entera se volvió ruluda. De repente, los divertidos pero muy asombrados invitados escucharon afuera ruidos y gritos, rápidamente todos los allí presentes salieron a ver que ocurría y se encontraron con una pelea entre un dragón y un perro. El primero enrosco con su gran cola al can y lo empezó a zamarrear hasta que el perro reaccionó, le mordió la cola y así lo mató. Todos muy sorprendidos miraban el cadáver del dragón mientras el perro disecado viajaba debajo de la estrella de araña.